Granada

La granada es un fruto muy antiguo que ha acompañado a diferentes pueblos a través de la historia de la humanidad, tanto en fenicios como cartagineses, griegos, romanos y árabes, se encuentran referencias del fruto y la flor. Al continente americano la llevaron los españoles.

Esta fruta es de otoño e invierno, en los mercados españoles las encontramos de septiembre a febrero. Hay que elegirlas con la piel rojiza, grandes y con peso, eso demuestra que tienen mucho jugo. Su sabor es dulce y ligeramente ácido. Se conserva en un lugar fresco y durante varios meses.

Desgranar la fruta sin romper la semilla requiere cierta técnica, primero se corta una porción de unos 4 cm de diámetro de la piel por donde está el tallo y de su lugar opuesto. Desde la parte del corte se observan las separaciones internas, son celdas donde están alojadas los granos, se corta la piel exterior siguiendo estas celdas y se abre el fruto en gajos, se sacan los granos retirando la piel blanca.

En cocina las servimos como fruta, maceradas con zumos y especias, en ensaladas, salsas de carne y vinagretas. Con esta fruta se prepara la granadina, preparados dietéticos y otras bebidas. Como motivo decorativo en las cocinas es preciosa. En la actualidad se utiliza en la elaboración de cosméticos con mucho éxito.

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