Hogar
Poco antes de comenzar el otoño y acompañados de Candela ( la pequeña que aparece en las fotos) salimos al campo en busca de tesoros naturales para ambientar la casa en otoño y recolectar material para los futuros adornos en Navidad. La jornada fue fácil pues para Candela todo era precioso y divertido, los que la acompañamos pasamos un bonito día, pues después Gema nos puso a hacer una corona. Esta corona hecha con gavillas doradas será el interior de la corona que adornaremos en adviento.
El adviento esta próximo y es el momento de salir bien abrigados a buscar hojas y ramitas de abeto, arizónica, tuya y hojas perennes con las que cubrir la corona dorada que hizo Candela. También recolectamos bayas rojas, moradas, semillas de jara, madroños, escaramujo y para ello contamos con Angel muy conocedor de estas plantas pues año tras año acompañado de sus amigos sale al campo a buscar tesoros naturales con los que adornar las coronas que haremos esa tarde del primer domingo de adviento.
Hacer la corona de adviento es fácil: comenzamos haciendo una estructura con gavillas de paja, lo ideal es hacerla con los niños en verano, es una bonita y enriquecedora actividad aunque si no puede ser hay otras formas de elaborarla, por ejemplo con papel, haces un rulo muy apretado y lo atas como lo hizo Candela con la paja. Después con las hojas y ramas verdes la vas cubriendo y atando con hilo verde de manera que no se note y luego adornas con bayas y semillas que se van metiendo entre las ramitas y el hilo. La corona va acompañada de cuatro velas, preferiblemente de cera natural y rojas que se irán encendiendo cada domingo antes de la Navidad. Y si queréis saber mas Gema Medina ha escrito en post en el blog donde os cuenta algo mas sobre el origen de esta antigua tradición
Una de las actividades vinculadas a organizarse bien en el hogar, a adquirir mayor beneficio para la salud y un control de gastos adecuado en el presupuesto doméstico, pasa por saber hacer una buena compra.
Tal vez al principio pueda parecer algo complicado y aburrido pero si nos organizamos siguiendo ciertas pautas, poco a poco conseguiremos hacer la compra y que resulte una tarea estimulante. Para lograrlo, que aunque os parezca extraño se puede conseguir, empezaremos por hacer nuestra organizadísima lista de la compra, ya que si la realizamos con cierto orden nos ahorrara mucho tiempo y también dinero
Tener siempre a mano cerca de la despensa, en la puerta de la nevera, o en algún cajón de la cocina un cuadernillo de notas y un bolígrafo o lápiz. ¡Que no falte nunca dónde y con qué tomar nota! De este modo, cada vez que nos demos cuenta de que nos queda poco de algo, antes que se termine del todo, lo apuntamos al momento en la lista. De verdad, la experiencia me ha demostrado que es la única forma de que no nos falte de nada y que no tengamos que salir corriendo a última hora a por lo que se olvidó. Si tenéis pareja o familia, incluso si hay alguien que os ayude en el servicio doméstico hacedles partícipes en esta tarea de ir anotando lo que hace falta, así facilitará mucho a la persona que finalmente tiene que hacer la compra. Si tenéis niños, de vez en cuando os sorprenderán con lo que les hace falta (chuches, un juego nuevo……en fin esas cosillas), pero también es cierto que sin darse cuenta van adquiriendo responsabilidad y colaboración en el hogar.
Bien, además de ir anotando todo como hemos visto hasta ahora, nos tomaremos un ratito una vez a la semana para planificar nuestros menús y así podremos concluir la lista de la compra con lo que realmente necesitamos para elaborarlos.
Gema Medina
Una bonita forma de preparar la llegada de la Fiesta de Pascua con nuestros niños, aparte de decorar esos preciosos huevos, podría ser contar en los días previos a la celebración algunos cuentos acerca de la Liebre de Pascua. Estos relatos irán preparando en el camino, tanto el corazón como las expectativas de los pequeños de la casa, hacia esta fecha especial. El cuento de La Liebre de Pascua nos muestra símbolos que son aspectos de la vida misma. Nos encontramos con el huevo, que en todas las tradiciones representa el nacimiento de algo nuevo y la liebre, un animalito que simboliza el amor desinteresado. Sean cuales quieran las creencias de cada familia, a través de los cuentos, los niños reciben valores esenciales como el respeto, la tolerancia y en la mayoría de ellos un sentimiento muy certero sobre lo bueno y lo justo. Podemos aprender a cultivar junto a nuestros hijos el sentido que entrañan estas fiestas estacionales. Los niños tienen una forma muy especial de relacionarse con la naturaleza, y en estas fiestas que se repiten cada año y en la misma época, ellos pueden vivenciar el sentido del ritmo. Es de gran importancia que los adultos estemos pendientes de esto, pues cuanto más rítmicamente pueda vivir un niño (y un adulto también) más sano se desarrollará, en todos los campos de la vida. Buscar en familia por la casa o saliendo al jardín los huevos que nos deje la Liebre de Pascua, será como encontrar un tesoro, y con el tiempo formará parte de vuestros recuerdos más entrañables.